Pues nada, me he perdido una buena conversación sobre los CEE, pero quiero que quede absolutamente clara una cosa: son una puta mierda. Y no me tiréis de la lengua que hay mucha tela que cortar.

Primero, vamos a recordar qué es un centro especial de empleo: los Centros Especiales de Empleo son empresas cuyo objetivo principal es el de proporcionar a las personas trabajadoras con discapacidad la realización de un trabajo productivo y remunerado, adecuado a sus características personales y que facilite su integración laboral en el mercado ordinario de trabajo.

Pues todos los CEE del primero al último son un puto fracaso, porque no cumplen con su objetivo, que no es de asistencia social sino de proveer experiencia laboral que se pueda utilizar para integrarse en el mercado ordinario, pero en realidad funcionan como una terrible trampa de la que prácticamente no sale nadie.

Segundo, además del lucro--que existe--¿qué se llevan los CEE por su encomiable labor social?

Fundamentalmente cuatro cosas.

Subvención a la inversión fija vinculada a la creación de empleo indefinido en el mercado de trabajo protegido, tanto por las nuevas contrataciones con carácter indefinido como por la transformación de contratos de duración determinada en indefinidos que se realicen con personas con discapacidad (es decir, les pagan por incorporar a discapacitados fijos, que muchos están con contratos de duración determinada).

Subvención del coste salarial de las personas con discapacidad que trabajan en centros especiales de empleo, sin perjuicio de las bonificaciones a la aportación empresarial a la Seguridad Social previstas en la normativa vigente (es decir, aparte de la bonificación de la cuota obrera de la Seguridad Social se les pagan (parte de) los costes salariales).

Subvención, por puesto de trabajo, para financiar gastos ocasionados como consecuencia de la adaptación de puestos de trabajo, incluidas las medidas de accesibilidad universal física, sensorial, cognitiva y de comunicación y las medidas adecuadas en función de las necesidades de cada situación concreta, salvo que esas medidas supongan una carga excesiva para la entidad, así como la dotación de equipos de protección personal para evitar riesgos laborales a las personas trabajadoras con discapacidad contratadas y la eliminación de barreras u obstáculos que impidan o dificulten su trabajo (ojo, que después de todas estas subvenciones les hay que pagar extra por las medidas de accesibilidad, y aun encima no están obligados a ponerlas salvo que no sean carga desproporcionada, vamos, como cualquier otro empleador hijo de vecino).

Ayuda a los centros especiales de empleo por la prestación, a través de las unidades de apoyo a la actividad profesional reguladas en el Real Decreto 469/2006, de 21 de abril, por el que se regulan las unidades de apoyo a la actividad profesional en el marco de los servicios de ajuste personal y social de los centros especiales de empleo (es decir, el personal específico que forma y evalúa las necesidades especiales del personal discapacitado también se lo pagamos todos).

Por cierto, y sobre estas unidades de apoyo, una de sus funciones es asistir al trabajador del Centro Especial de Empleo en el proceso de incorporación a Enclaves Laborales y al mercado ordinario de trabajo, lo que sospecho que ha ocurrido cero veces.

Tercero, los CEE se utilizan para evadir la obligación legal que las empresas de más de 50 trabajadores tienen de contratar un 2% de trabajadores discapacitados. El art 42.1 del RDL 1/2013 (LGD), establece esta obligación, y dice que excepcionalmente las empresas públicas y privadas podrán quedar exentas de esta obligación, de forma parcial o total, siempre que se apliquen las medidas alternativas que se determinen reglamentariamente. Esta excepción se convierte en regla, privando a los discapacitados del acceso al mercado laboral ordinario. ¿Y cuáles son estas medidas? Figuran en el art 2 RD 364/2005, y son esencialmente: celebrar contratos civiles o mercantiles con CEE para suministros, prestación de servicios ajenos, constitución de un enclave laboral (gueto) mediante acuerdo con un CEE, o donaciones y acciones de patrocinio para la inserción laboral de los discapacitados (pero lejos, muy lejos).

En resumen: los CEE deben utilizarse como trampolín al mercado laboral ordinario pero no funcionan para eso, porque son centros de beneficio gracias a las subvenciones; mantienen al personal discapacitado en condiciones--muchas veces--de explotación y acoso, y no tienden a asegurar su productividad y empleabilidad; se llevan una serie de ayudas que les permiten mantener procesos productivos intensivos e ineficientes por hacer lo que todo empleador estaría obligado a hacer; y se utilizan como excusa y pantalla para negar a los discapacitados el acceso por cuota al empleo ordinario.

¿Ha quedado claro? Muchas gracias.

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